Cada vez entiendo menos a la gente. Todavía no sé como debo comportarme en cada situación. Tampoco noto cuando meto la pata y pq me equivoco constantemente.

No sé muchas cosas que querría saber. Ni entiendo otras tantas. (Supongo que como todos)

No sé de donde sale tanta agriedad, ni tanta seriedad, ni tanto misterio (aunq el misterio siempre acaba resultando parte de una experiencia positiva).

No conozco sensaciones que me encantaría sentir.

Y aún no he oido ciertas palabras que necesitaría escuchar.

Y ya ven.

La vida está llena de diminutos montículos, altibajos por llamarlos de alguna manera, pequeñas montañitas, pequeños obstáculos a los que damos una importacia descomunal.

Nosotros mismos aumentamos su tamaño.
(Supongo que por la ausencia de incordios/problemas/traumas mayores)

En este momento, época, período, etece..

¿Qué pasa?
¿Soy yo la que ve las cosas distorsionadas o seré yo la distorsionada?








Alba.
Al menos me quedan las sonrisas (e irme a correr con mi perro)
Sonreir es terapeútico. (Tener un perro también).
(Osease bueno para la salud)

Mandome el mundo a la caca.






:)