jueves, 4 de febrero de 2010

Hay momentos en los que hasta a los mejores les cuesta entregarse.
Entregarse es complicado.
Otras veces nos sorprende lo profundamente que nos hemos entregado. Porque entregarse de verdad requiere esfuerzo y sacrificio.
Y por ello a veces aprendemos del modo más duro. Que hay que sopesar muy bien nuestra entrega.


4 comentarios:

Artur Drevitskiy dijo...

A mi no me cuesta nada...

Alba. dijo...

TU ERES ESPECIAL

libelula dijo...

Leo tu blog y me deprimo... venga hombre, puede que quiza seas tu la unica que se engancha a ver lo horrible que es la vida y lo complicada que la haces. Todo depende del cristal con el que miras, y te diria que quiza estaria bien probar con otro oculista, porque este no te esta haciendo nada bien...
Cambiar es dificil... pero no es imopisible...
No estoy aqui para dar lecciones de vida... solo para decirte que has conseguido deprimirme.

Alba. dijo...

Es lo mejor de los blogs, nadie te conoce y dejas toda la mierda esparcida sin contemplaciones.
Pero de normal tiendo a no ser una enfermiza depresiva.